2017

En teoría, el inicio de un año llega energético, hiperactivo, curioso y listo para enfrentarlo todo para conseguir uno o más objetivos.

La realidad, por otro lado, es que 2017 comienza un calendario anunciado como difícil, complicado, imposible. Nos lanzan de todas partes que no salgamos, que los precios aumentan, que lo práctico debe ganar a lo lúdico, que las paredes se nos vienen encima y pronto estaremos atrapados en una situación social que lleva años desarrollándose y ahora explotará. Estamos cansados, no hay duda. Queremos ser optimistas pero nos gana el peso de la decepción, de las ilusiones rotas que cargamos desde hace tiempo. Y así podríamos seguir, contando tristezas y momentos difíciles para decirnos que no vale la pena, que nada cambia y que lo poco que uno hace es insuficiente.

Así empezamos el año, sin embargo, preferimos no quedarnos ahí. En las situaciones complicadas nace la oportunidad y estamos dispuestas a tomarla, a hacer de estos meses lo mejor que podamos, como podamos. A no dejar que las ideas acerca de lo que queremos lograr se trunquen.

Si algo, este año aprenderemos a ser mejores, más eficientes con nuestros recursos, más organizados; entenderemos por qué planear es mejor que ir haciendo y haremos lo mejor que podamos en cada taller, evento y proyecto. Lo haremos porque este trabajo es una decisión, porque mientras crezcan los alumnos, crecemos nosotros y cuando los talleristas logran resultados, lo celebramos. Queremos seguir siendo la comunidad a la acudes cuando no sabes cómo terminar una pieza, cuando tienes una idea que no puedes resolver pero no sale de tu mente, cuando el tutorial falló, cuando descubriste una técnica nueva y necesitas aprender a utilizarla.

Así que preséntanos tu clase, háblanos de tu taller, cuéntanos de tu evento, dinos qué aspiras hacer: queremos saberlo todo para que cuando termine el año, podamos decirnos con gusto y emoción, juntos, que el 2017 no pudo con nosotros.

-Olga Riebeling